Composición de Ramon Prada que sigue libremente el argumento de la novela del mismo título del escritor Juan Noriega. Escrita para instrumentos clásicos y populares (gaita, flauta de madera, guitarra acústica, zanfona, bouzouky, percusiones) y con el transfondo argumental de las guerras de los pueblos prerromanos del territorio astur contra Roma (siglo I a.C.), Ramón Prada construye una obra a caballo entre lo épico y lo lírico que inaugura en Asturias un nuevo estilo de composición hasta ahora nunca explorado, el de la sinfonía celta. Disponible en dos versiones, la versión de estudio, con la participación de prestigiosos músicos folk asturianos, y la sinfónica, interpretada por la OSPA, que la estrenó en el Festival Intercéltico de Lorient (Bretaña) de 1998 con gran éxito.